Una nueva estrella...Liniers.-

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lunes, 24 de agosto de 2009

La santa fe del campeón

Vélez buscó más que Colón y tuvo premio. El equipo de Gareca estrenó el título con un triunfo apretado, pero merecido por su actitud. El técnico metió bien los cambios y Cristaldo, de cabeza, le dio la victoria.

El campeón recién apareció en el tramo final del partido. Con pinceladas y retazos de aquel equipo que conquistó el Clausura, Vélez arrancó este Apertura con el pie derecho. Inclusive el gol que definió este deslucido partido se pareció mucho a las definiciones velezanas del torneo pasado. Con muestra de presencia en el área rival y gran decisión para buscar el desnivel. Rolando Zárate sacó un fuerte disparo desde afuera y Pozo otorgó rebote para que Papa de cabeza le diese el pase a Jonathan Cristaldo, quien definió de palomita. Justamente dos de los tres participantes en esta jugada del gol, Zárate y el goleador Cristaldo, resultaron fundamentales en la recuperación de Vélez en los instantes finales del partido. Cristaldo con sus gambetas en ofensiva y el Roly como referente de área, creando peligro y buscando la descarga. Otra vez Gareca acertó en los cambios. Lo mismo había sucedido en el certamen pasado en el 0-2 que se transformó en 4-2 en este mismo estadio de Colón. Aquella vez los ingresantes salvadores habían sido Gastón Díaz y Juan Manuel Martínez. En el primer tiempo y los minutos iniciales del segundo nada se pareció Vélez al campeón del Apertura. No consiguió armar su circuito de juego y tuvo escaso peso ofensivo. Colón era más, bastante más por momentos. Pero fue decayendo, pasando de mayor a menor. A la inversa de Vélez. El objetivo de Colón se cumplió a la perfección. Presionó en el mediocampo y no le permitió a los visitantes afirmarse en ese sector. Los ahogó y les restó contacto con la pelota. Y otra clave fue anularle una de las virtudes del conjunto de Gareca: las subidas de Gastón Díaz y sobre todo de Papa. El pibe Castillo, un jugador de características ofensivas, se preocupó de cerrarle el camino a Papa. Y cumplió. La pelota parada era otro punto a favor de Colón. Por esa vía tuvo dos chances claras que desembocaron en sendos cabezazos de Goux. Uno lo tapó Montoya y el otro salió apenas desviado. La salida, por lesión, de Bertoglio le quitó ritmo y desequilibrio a Colón. Pero de todas maneras, en un flojo contexto, el local se mostraba superior. Ese dominio no tuvo correlación en el área, ya que careció de explosión y contundencia. Colón apretaba, presionaba y hacía un gran desgaste. Sin embargo no lastimaba cuando llegaba el momento de buscar el gol.Empezó a insinuar una mejoría Vélez a partir del trabajo del reaparecido Leando Somoza -sorprendió su presencia como titular ya que en las prácticas de fútbol de la semana había jugado para los suplentes-, que se cargó el equipo al hombro y le imprimió mucha dinámica. No sólo Somoza levantó, también lo hizo Víctor Zapata. Sumados a los mencionados ingresados Zárate y Cristaldo. Así Vélez empezó a jugar decidamente en campo rival. A sumar mucha gente al ataque. Tenía una falencia reiterada: fallaba en el último pase. Por eso no causaba demasiado revuelo en el área de Colón. Pero de a poco iba creciendo y amenazando. Hasta que la cabeza de Cristaldo consiguió quebrar el cero. Colón ya estaba fundido, el esfuerzo del primer tiempo le pasó factura. Apenas llegó en un par de oportunidades al arco de Montoya, con disparos de Ricardo Gómez. Y después del gol de Vélez, ya no hubo espacio para la reacción. Festejó Vélez en Santa Fe y en el amanecer de este nuevo torneo gritó que quiere volver a estar prendido arriba.


Fuente: Clarín.-

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