Una nueva estrella...Liniers.-

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domingo, 12 de abril de 2009

Síntesis del Partido

El Fortín quedó como único puntero del Clausura al vencer con un penal de Rodrigo López (PT 40m) al Ciclón, que fue muy hostigado por su gente y profundiza su crisis tras la eliminación de la Copa Libertadores y el alejamiento de Miguel Russo.
A Vélez le bastó jugar con inteligencia para doblegar a este San Lorenzo de la crisis y la división interna y catapultarse a la punta del Clausura. Fue un 1-0 que hubiera sido aburrido si no fuera por el espectáculo de dudosa calidad que rodeó al encuentro, con los hinchas del Ciclón hostigando a sus jugadores desde el principio con insultos, banderas y cantos. Así, el Fortín se dedicó a dominar y neutralizar a su rival con la pelota en sus pies, jugando de a momentos a media máquina y aprovechando que los jugadores locales parecían tener la cabeza bien lejos del campo de juego.
Enmarcados en las enormes dimensiones del campo de juego, los minutos transcurrieron con el balón mayormente poseído por la visita, aunque nunca profundizándose en las áreas. Andrés Silvera, cansado de esperar en vano en la ofensiva, bajaba a buscar la pelota y cada vez que la tocaba recibía reprobación de parte de su gente, mientras que del otro lado el que se adentraba en el mediocampo era Rodrigo López, mientras que a Fabián Cubero siempre se lo veía adelantado.
El primero en avisar fue Franco Razzotti con un tiro desde lejos que se fue alto y luego el desequilibrante Víctor Zapata remató un tiro libre que obligó al esfuerzo a Hilario Navarro. Los medios que le sirvieron a Vélez para crear un tibio peligro dieron muestras de su falta de ideas para generar juego. Del otro lado, Gonzalo Bergessio intentó desde afuera del área y Germán Montoya despejó dando rebote.
Y nada más sucedió en el aburrido desarrollo hasta que, a los 39, Moralez habilitó a López y Sebastián Méndez lo tocó en las puertas del área. El uruguayo no dudó en agarrar la pelota y definió la pena máxima a la derecha de Navarro, quien eligió el otro palo. Vélez estaba arriba en el Nuevo Gasómetro aunque le quedaba un tiempo para ratificar sus laureles.
El complemento fue un calco de la etapa inicial, aunque el Fortín desperdició muchas chances de finiquitar el pleito. El conjunto de Alberto Fanesi volvió del entretiempo sin Silvera por cuestiones tácticas, aunque la sensación ineludible fue que la actitud del público para con él era la verdadera razón. Morales y López se lo perdieron por derecha, el área más fructífera para el ataque de los de Liniers, pero se toparon con Navarro, el mismo uruguayo no pudo cabecear bien un peligroso centro pasado y apenas Juan Manuel Torres intentó desde lejos y controló Montoya.
La última etapa promediaba ya su desarrollo y era hora de buscar más variantes. Ricardo Gareca metió a Jonathan Cristaldo por Joaquín Larrivey, que hace un par de partidos que no gravita, y le dio aún más volumen de juego por derecha, junto a Moralez.
Lo cierto es que, pese a la pasividad local, el partido no estaba cerrado. Y si bien las situaciones más claras fueron de la visita (Morales con un tiro desviado y el demasiado egoísta Cristaldo con una media vuelta desde la derecha que terminó afuera), la sensación era que ante el menor descuido, el Azulgrana podría empatar. Pero después de los innumerables aciertos de Sebastián Domínguez y, sobre todo, Nicolás Otamendi, ese descuido llegó tarde, con la expulsión por doble amarilla de Cubero a los 46 minutos, y no hubo tiempo ni energía para nada más.
Vélez se fue entre exaltados festejos y en lo más alto de la tabla, mientras San Lorenzo se hunde en sus propias miserias. Esas que no tiene vergüenza en mostrar, entre la apatía de sus jugadores y la intolerancia de sus hinchas.

Fuente: TyCSports

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