Una nueva estrella...Liniers.-

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jueves, 24 de abril de 2008

Sangre AZULADA se necesita...

Se necesitan urgente antes de que el enfermo colapse por completo. Porque está agonizante, moribundo. Justo cuando gozaba al principio de este torneo de exquisita salud, cuando el organismo regalaba anticuerpos por todos lados y la punta era motivo de orgullo para todas las huestes fortineras que marchan religiosamente a todas partes. Pero claro, los rivales de entonces eran de los más modestos. Y la tozudez de creer que nos alcanzaba con eso, de imaginarnos allá por junio en las instancias decisorias del certamen, nos produjo una ceguera que ahora se hizo crónica. El famoso dicho del árbol que no nos deja ver el bosque. Porque se vinieron todos juntos y amontonados los verdaderos oponentes a los que hay que ganarles para aspirar a algo y perdimos con todos. Por supuesto que en toda esta historia son tres los resultados posibles; siempre. Que los hinchas podemos aceptar en todos los casos cuando se honra la camiseta que amamos, cuando se entrega el todo por el todo. Ellos por su dinero y su prestigio; nosotros tan solo por amor. Por dejar todo y plantar bandera en los laburos para ir a las dos de la tarde a un despreciable escenario que hace apenas un mes fue la última escala de un hermano fortinero.

Todo se tiró por la borda. Todo. El tren se vá y no hay boletos para nosotros.

Era el partido que queríamos y precisábamos ganar por un montón de cosas que están a la vista. A ver si el "Efecto Boliche" hacía eclosión para tocarles a estos once espectros la fibra íntima y el amor propio. Nada de eso. Otra vez la falta de compromiso, de entusiasmo, de coraje, de sangreeeeeeee... Por eso se hace el pedido de dadores de cualquier grupo y factor, para hacerles una tranfusión a estos anémicos faltos de compromiso. Si la cabeza de grupo (Tocalli) es el cultor del conformismo permanente y no motiva, no arenga, no cambia, no busca variantes, no recurre a otras alternativas; que podemos esperar de su rebaño. Si de mitad de cancha para arriba somos más inofensivos que un "chaski-bun", con un Silva torpe, tosco, de movimientos graciosos; un pibe como Cristaldo que le tiemblan las piernitas en Primera y que le falta mucha cocción; con la alternativa de un Coria émulo de un canguro saltarín que nunca jamás saber hacer pié. Si ponemos a generar fútbol a un Cabral que es mas tiernito que en cuarto de pollo, si por los costados Sena necesita una brújula todos los partidos, si entra Ríos y juega al baby, si a Zapata parece que le diera lo mismo cualquier cosa y después declara imbecilidades cuando la gente reclama en su justo derecho; bueno, entonces que corno pretendemos. En el medio Leandro Coronel no parece ser lo que pintaba, como si le abrumaran las responsabilidades y el verso de que hay que bancarlo porque es pibe ya no tiene asidero. Cada uno se gana el puesto partido tras partido y el que no vá, no vá. Atrás volvió a zafar un poquito Pellerano (para colmo lo perdemos un partido por el impresentable que lo expulsó mal) y apenitas Díaz que trató de no complicarse de más. Uglessich, excelente pibe y gran persona, con eso solo no basta para jugar en la Primera de Vélez, hay que estar dotado de otras virtudes. Y, claro, ni que hablar de Bustamante que lo único que hace es revolearla para arriba y generar contraataques rivales. Porque si se fijan bien nunca le ponen marca, lo dejan proyectarse para que le den la bocha. Los contrarios no son tontos: saben que al instante se hace un nudo y propicia la réplica en contra. Encima por lo menos venía parejito Montoya en los cotejos anteriores respondiendo acertadamente, pero su error decisivo nos costó el gol y el partido. No sabemos que quiso hacer disfrazándose de Superman y saliendo a cualquier parte. Inconcebible.

En fín, si uno por uno son de esta manera, que nos queda esperar que puedan ser como equipo. Otra vez nos tuvimos que ir de ese cenicero muy apesadumbrados, vacíos, incompletos. Para después tener que aguantar que también hagan gestos, declaren estupideces, transiten la cancha como si estuvieran paseando. Lo peor de todo es estar en la tribuna y no esperar nada de ellos, ni siquiera un milagro. Sus terribles limitaciones futbolísticas y la falta de fuego sagrado son combinaciones letales para dejar de creer en algo. Igual nosotros seguimos yendo a todos lados, como autistas, por amor a la camiseta y nada más. Nuestra grandeza y nuestra historia merecen otra cosa. Que los dirigentes y los encargados del fútbol profesional tomen cartas en el asunto para cortarla con esta cargada. De nuestro lado, solo podemos donarle a los jugadores la sangre fortinera de nuestras venas para que esos cuerpos inertes empiecen a saber adonde carajo juegan.

1 comentario:

Anónimo dijo...

velez no esta para juga ni ala generala tenemos un planteld mierda
con balvorin silva dejemonos de joder
apesar d todo amo al fortin