¿Cansado, yo...?

A pesar de los viajes y la acumulación de partidos, Vélez venció claramente a Godoy Cruz por 2-0 en Liniers. Los goles llegaron desde el mediocampo, gracias a Fabián Cubero y Leandro Somoza. El equipo de Liniers sigue firme y no se baja de la pelea por el título.

Vélez demostró (una vez más) que es regular, punzante y perseverante. Este 2-0 a Godoy Cruz, en Liniers, sigue dando cuenta de que el Fortín gana cuando tiene que ganar, de que a pesar de haber quedado claro que no es invencible (derrotas con Boca y Newell´s), sabe dónde no puede dejar puntos en el camino. Justamente, éste era uno de esos partidos. El Tomba fue la otra cara de la moneda, un conjunto que a comienzos de temporada amenazó con pelear arriba después de ganarle 3-2 a Boca en la Bombonera: hoy se mostró desganado, con intentos fugaces por llegar al gol, pero sin ideas. El conjunto de Gareca lo ganó porque aplicó la fórmula que conoce y le da resultado: gol tempranero y a aguantar hasta que se pueda aumentar la ventaja. A los 13 minutos de la primera parte, Fabián Cubero se disfrazó de nueve goleador, y conectó de derecha un centro del Roly Zárate, para darle la ventaja al equipo de Liniers. Después, reguló. Aprovechó que el visitante no se proponía a atacar desmedidamente y aguantó el partido entre los batalladores del mediocampo y la solidez de los del fondo. El planteo futbolístico de ambos siguió siendo el mismo en la segunda parte, pero había otros factores que modificarían el trámite del encuentro: la lluvia y el fuerte viento. La cancha se empezó a notar más pesada y las fuertes ventiscas comenzaron a evidenciar errores que no se habían visto en el primer tiempo. A los 12, Leandro Torres se equivocó y le dio un pase muy cerca del área a Rolando Zárate, quien remató desde afuera y obligó a Ibáñez a mandar la pelota al córner. Después del tiro de esquina, Cubero lanzó un centro que el viento desvió rotundamente y obligó al arquero mendocino a retroceder para despejar, como pudo, la pelota con las dos manos; posterior reviente de la defensa del Tomba, Somoza le dio como venía al arco, y cuando parecía que su tiro desde lejos iba a las manos de Ibáñez, al arquero se le desvió cuando la iba a agarrar con las manos, y se le terminó metiendo. Desde ahí, Godoy Cruz se quedo sin ánimo: apenas tuvo un ataque, luego de una arremetida de Jara, que llegó al área y remató con Otamendi y Domínguez encima, para que Montoya la mandara al córner. Difícil elegir una figura. Vélez demostró que todos hacen su aporte casi por igual, sin tener un jugador estrella. Los de Liniers definirán el semestre en los próximos tres partidos: Estudiantes y Banfield por el torneo local, y Liga de Quito por la Sudamericana. Todos de visitante. Godoy Cruz tendrá que mejorar mucho si no quiere sufrir con el promedio, deberá volver a ser ese equipo del comienzo, ese que sabía lo que buscaba.

Fuente: Diario Olé.-