El fortín viajó a México para jugar el partido de ida de los octavos de final de la Copa Libertadores ante Chivas, el mismo rival que nos eliminó en la edición del 2006, también interrumpida por el mundial. Los de Gareca no pudieron con sus propios horrores defensivos y con muy poco los de Guadalajara se impusieron por 3-0. Muchísimo para analizar y trabajar, pensando ya en el partido de vuelta. Que la historia no se repita…
En los primeros quince minutos fue Vélez el que dominó el partido. Llevaba la iniciativa y se llevaba a los mexicanos por delante. Pero con el correr de los minutos la historia cambió. Chivas tomó el control de la pelota y empezó el asedio al área defendida por Montoya. Papa quedaba pintado en cada avance y el bajo nivel de Otamendi no ayudaba. De la mano de Bravo, conocido de aquella eliminación, llegaba el primer tanto del partido, luego de un desborde por la banda derecha y un remate entre las piernas del arquero velezano.
El final del primer tiempo encontraba al hincha con ganas de ver un equipo con más huevos, que vaya adelante. Y eso se intentó en la segunda mitad. Los de Gareca fueron a buscar el empate, pero sin pensar, sin que se le caiga una sola idea. Era puro vértigo y así no se gana una Libertadores. Llegó un tiro libre desde la izquierda y otra jugada polémica. Pocas veces se vio al Vélez del tigre Gareca jugar al fuera de juego en una pelota parada. Esta vez se les ocurrió hacerlo y Cubero habilitó a Bravo para que quede sólo frente a Montoya y ponga de cabeza el doloroso 2-0.
Otra costumbre rara que tiene Gareca, entre varias virtudes, es la de hacer los cambios demasiado tarde. Ver entrar a Zárate cuando el equipo está dos goles abajo suena a broma y más aún si el que sale es otro delantero, que esta noche tuvo otro flojo desempeño. Poco pudo hacer Moralez con apenas algunas chispas de fútbol. Muy sólo estuvo Martínez como para que sus gambetas ayudaran en algo.
Ya sobre el final, cuando los hinchas velezanos hacían cuentas pensando en el partido de la semana que viene, se vino la inevitable roja para Montoya y el penal que Reynoso cambió por el tercer tanto para Chivas, ante un Zapata resignado. Final y bronca.
No vamos a analizar ahora dónde están los errores, porque es evidente que el nivel de este equipo no es el deseado desde hace ya varios encuentros. Desde finales del 2009 que escuchamos decir que el objetivo del Centenario era la Copa Libertadores y hoy el destino está muy lejos de sonreírnos: se perdió un torneo local muy accesible, hay que contar cada punto para no quedarse afuera de la Sudamericana y ahora en octavos se recibe este certero golpe al mentón. ¿Golpe de knockout? Jugando así sí… pero queda una semana.
Y será en esa semana donde las cosas se definan, porque cuando estén en el Amalfitani y sean once contra once, ya no habrá tiempo de practicar y corregir errores, ahí el más mínimo fallo te deja con las manos completamente vacías. Por eso fortín, a concentrarse, a dejar de pelotudear y a ponerse a jugar al fútbol, porque si quedamos afuera con este nivel de juego, no habrá excusas que valgan.
Fuente: Dale Fortin.- Por Darío Salazar dario@dalefortin.com.ar
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Hace 2 años
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