Una nueva estrella...Liniers.-

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viernes, 11 de diciembre de 2009

Uno por uno, no es negocio

Por lo menos para un Vélez que buscaba seguir sumando de a tres para engrosar aún más su orgullo de ser el mejor del año. Sin la motivación lógica de pelear el campeonato, se deslució desde lo futbolístico en el empate sin goles ante Chacarita, en La Paternal.

Buenos Aires, Jueves 10 de diciembre de 2009.
(Prensa Vélez Sarsfield – Estadio Diego Armando Maradona)

Quizás lo que vieron reflejados sus ojos en el campo de juego de La Paternal, no sea más que el producto de la resaca de la noche anterior que te dejó mordiendo la bronca del no depender de uno mismo, esperando la “desgracia” ajena y malgastando las horas buscándole una explicación. Tal vez sea un justificativo a un nivel futbolístico tan bajo como distante, del que tuvo y supo forjar este Vélez de Ricardo Gareca a lo largo y a lo ancho de este glorioso año 2009. ¿Entrega?, hubo mucha; como siempre. ¿Fútbol?, nada paradójicamente en el Diego Armando Maradona.

Es tan cierto afirmar que el triunfo de Banfield, ese que te desterró la chance mínima de seguir dando pelea en el Apertura y manteniendo el sueño de bicampeón, le dio un golpe anímico a este Vélez para enfrentar a Chacarita. Tan cierto como reconocer que Chacarita por necesidad, terminó siendo un poco más que Vélez y hasta mereciendo una leve ventaja, un porcentaje de triunfo. Pero el fútbol el blanco, gris o negro en cuanto al resultado, nada de medias tintas; por eso, por más que el sol haya salido y fuerte la tarde tuvo tintes grises que llevaron al encuentro a un cero a cero sin discusión.

Porque desde el instante mismo en el que el equipo de Julio César derrotaba al de Cagna con un gol agónicamente en offside; todo Vélez comenzó a pensar en lo importante que será el 2010, tanto como lo fue este 2009. Entonces a limpiar amarillas. Maximiliano Moralez tomó de la camiseta a Zarif; Seba Domínguez se sumó al roce que proponía un histérico Cano.

Pero ojo, Vélez fue a buscar los tres puntos a La Paternal. No tenga duda de eso. Propuso lo que pudo, de mayor a menor; al punto de casi no patear al arco en el complemento. Intentó un circuito de juego exquisito por el sector izquierdo donde se convida Moralez a toquetear el balón junto a Emiliano Papa y Víctor Zapata. Un andamiaje de un Vélez que de preservarse para el año centenario; será un pilar importantísimo de grandes logros. Fue al frente con el empuje de Somoza y Cubero; pero le faltó la precisión y presencia ofensiva de sus puntas. Poco hicieron Rodrigo López y Leandro Caruso; tanto como en su ingreso Rolando Zárate y Juan Manuel Martínez. El Fortín en ofensiva fue más lo que insinuó que lo que concretó, y con el correr de los minutos la urgencia del equipo de Gamboa lo hizo pasar más calor que el que marcaba el servicio meteorológico.

Pero hay que destacar uno de los regresos más esperados desde hace unas fechas: la solidez de sus centrales. Nicolás Otamendi tuvo una tarde fantástica ganando todas y a todos; al piso o por arriba; en su propia área o en la de enfrente. Una tarea sin fisuras del hombre Made In Vélez que seguramente con estas actuaciones comience a pagar en cuotas su viaje a Sudáfrica para mitad de año (¿hará previa escala en Europa?). Sebastián Domínguez también fue de lo mejorcito de un Vélez que tuvo poco por destacar. El Negro fue también puntal desde el fondo para mantener a salvo la integridad de un Montoya que también se mostró seguro. Domínguez es el espíritu comandante de un equipo al que le hará mucha falta su personalidad para coparse en la Libertadores.

Si bien no preocupa el empate, duele por la imagen dispar a la de todo un torneo. Porque Vélez no merece despedirse de un año tan rico como éste con la falta de fútbol que cosechó durante los noventa minutos. Como se destacó antes, el rival también juega y Chacarita tuvo más necesidad de ganar para salir de la zona fatídica del descenso que la de un Vélez clasificado a todo lo que se imagine y siendo el mejor equipo del año.

Porque habrá que hacer una vuelta rápida de hoja y pensar en el encuentro del domingo ante Central. Una preciosa y linda oportunidad de ir a darle una despedida bien grande a estos gigantes que hicieron de este año 2009, una cifra que se cuenta con estrella, que se graba en las hojas de la historia con tinta dorada e indeleble. Un cierre de un año que nos une a todos bajo una misma bandera, la de Vélez Campeón.

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