En la AFA no descartan que el Gobierno decrete la emergencia sanitaria. Huracán, en cambio, aceptaría definir el torneo a estadio vacío.
Esa tribuna se parece a una postal. Un partido del fútbol mexicano, en abril de este año, sin gente. Sus clubes se fueron de la Copa.
La gripe porcina amenaza al fútbol argentino. Si el gobierno nacional declara la emergencia sanitaria por la pandemia de influenza A, algo que puede ocurrir la semana que viene, la última fecha podría jugarse a puertas cerradas, según evalúa la AFA. Eso quiere decir que el partido más importante del año, el mano a mano por el campeonato entre Vélez y Huracán del domingo 5, se disputaría en una cancha vacía. Igual que una eventual final de Estudiantes por la Copa Libertadores. Vélez se negará a jugar sin su gente, según anticipó a este diario Miguel Calello, vicepresidente del Fortín. La pelota la tiene la Presidenta de la Nación, Cristina Fernández. La mandataria y su gabinete debaten por estas horas si declaran la emergencia sanitaria por el virus de la influenza A, conocido como gripe porcina, que ya causó al menos 23 muertos en el país. Si se firma el decreto, cosa que ocurriría entre lunes y martes de la semana que viene, podrían prohibirse las reuniones de multitudes, como sucedió en México. La AFA debería cerrar las puertas de las canchas en la última fecha, igual que los aztecas, que jugaron su campeonato de fútbol sin público durante abril. En la calle Viamonte no se toma ninguna decisión sin Julio Grondona, y el presidente de la AFA está actualmente en Sudáfrica. Hasta el martes, fecha en la que habrá reunión de Comité Ejecutivo, no se escuchará una voz oficial. Pero, según confirmaron a Crítica de la Argentina fuentes de la institución, el Jefe acatará la sugerencia de jugar sin público si lo propone el Gobierno. Incluyendo, por supuesto, la finalísima Vélez-Huracán y una probable definición de Estudiantes, si avanza en la Copa Libertadores. “Vélez no lo va a aceptar”, aseguró a este diario sin rodeos el vicepresidente 1º del Fortín, Miguel Calello. “La decisión se va a tomar el martes en el Comité. Si se llega a decidir que se juegue a puertas cerradas –que esperemos que no sea así–, pediremos la prórroga del partido”, aseguró el directivo. “Ésta es una fiesta de la gente de Vélez y de la gente de Huracán, y no vamos a permitir que se juegue sin público”, avisó.En Huracán, mientras tanto, nadie quiso dar una opinión oficial pero una persona cercana a la dirigencia contradijo al vice del Fortín. “Va a ser imposible pedir la postergación, porque, si sale, el decreto no va a tener plazos. Y no se puede postergar la última fecha indefinidamente”.Más allá de la gravedad de la situación sanitaria provocada por la pandemia de influenza A, que colapsa los hospitales argentinos, la reacción de los simpatizantes es impredecible. Hay un antecedente cercano: en noviembre de 2006, los hinchas de Racing y San Lorenzo lograron suspender un partido que debía jugarse sin público –como castigo a los de la Academia– en el estadio Ciudad de La Plata. Grupos de fanáticos bloquearon simultáneamente el avance de los ómnibus que llevaban a los futbolistas desde las concentraciones a la cancha, y el partido no se jugó. Y eso que no estaba en juego una vuelta olímpica, como en Vélez-Huracán, y en la posible final del Pincha en la Copa. No hay barbijo que prevenga la amenaza de la gripe A al fútbol argentino.
La gripe porcina amenaza al fútbol argentino. Si el gobierno nacional declara la emergencia sanitaria por la pandemia de influenza A, algo que puede ocurrir la semana que viene, la última fecha podría jugarse a puertas cerradas, según evalúa la AFA. Eso quiere decir que el partido más importante del año, el mano a mano por el campeonato entre Vélez y Huracán del domingo 5, se disputaría en una cancha vacía. Igual que una eventual final de Estudiantes por la Copa Libertadores. Vélez se negará a jugar sin su gente, según anticipó a este diario Miguel Calello, vicepresidente del Fortín. La pelota la tiene la Presidenta de la Nación, Cristina Fernández. La mandataria y su gabinete debaten por estas horas si declaran la emergencia sanitaria por el virus de la influenza A, conocido como gripe porcina, que ya causó al menos 23 muertos en el país. Si se firma el decreto, cosa que ocurriría entre lunes y martes de la semana que viene, podrían prohibirse las reuniones de multitudes, como sucedió en México. La AFA debería cerrar las puertas de las canchas en la última fecha, igual que los aztecas, que jugaron su campeonato de fútbol sin público durante abril. En la calle Viamonte no se toma ninguna decisión sin Julio Grondona, y el presidente de la AFA está actualmente en Sudáfrica. Hasta el martes, fecha en la que habrá reunión de Comité Ejecutivo, no se escuchará una voz oficial. Pero, según confirmaron a Crítica de la Argentina fuentes de la institución, el Jefe acatará la sugerencia de jugar sin público si lo propone el Gobierno. Incluyendo, por supuesto, la finalísima Vélez-Huracán y una probable definición de Estudiantes, si avanza en la Copa Libertadores. “Vélez no lo va a aceptar”, aseguró a este diario sin rodeos el vicepresidente 1º del Fortín, Miguel Calello. “La decisión se va a tomar el martes en el Comité. Si se llega a decidir que se juegue a puertas cerradas –que esperemos que no sea así–, pediremos la prórroga del partido”, aseguró el directivo. “Ésta es una fiesta de la gente de Vélez y de la gente de Huracán, y no vamos a permitir que se juegue sin público”, avisó.En Huracán, mientras tanto, nadie quiso dar una opinión oficial pero una persona cercana a la dirigencia contradijo al vice del Fortín. “Va a ser imposible pedir la postergación, porque, si sale, el decreto no va a tener plazos. Y no se puede postergar la última fecha indefinidamente”.Más allá de la gravedad de la situación sanitaria provocada por la pandemia de influenza A, que colapsa los hospitales argentinos, la reacción de los simpatizantes es impredecible. Hay un antecedente cercano: en noviembre de 2006, los hinchas de Racing y San Lorenzo lograron suspender un partido que debía jugarse sin público –como castigo a los de la Academia– en el estadio Ciudad de La Plata. Grupos de fanáticos bloquearon simultáneamente el avance de los ómnibus que llevaban a los futbolistas desde las concentraciones a la cancha, y el partido no se jugó. Y eso que no estaba en juego una vuelta olímpica, como en Vélez-Huracán, y en la posible final del Pincha en la Copa. No hay barbijo que prevenga la amenaza de la gripe A al fútbol argentino.
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