El Fortín se subió a la punta. Arsenal en el Viaducto le dio una mano, pero en Liniers el equipo hizo méritos para subirse a lo más alto. E l uruguayo Hernán Rodrigo López abrió el camino ante Newell's en un partido con pocas llegadas y centros cruzados, Maxi Moralez marcó la diferencia en el local, junto con Nicolás Otamendi, una de las revelaciones del Clausura. La primera situación de riesgo si se quiere, fue un tiro libre de Frasquito por la izquierda, una pelota complicada pero que Peratta, ex Vélez, resolvió de buena manera. Después fue una de Sperdutti que envió un centro desde la derecha, luego de una muy buena salida del arquero de la Lepra, pero nadie llegó para empujarla y se perdió por un costado, bordeando la línea de fondo. A los 40 minutos, Gastón Díaz mandó el centro desde la derecha y Frasquito apareció desde atrás, la empujó al medio y López la empujó para desatar la locura en el Amalfitani y en Bernardi, que se fue expulsado dos minutos más tarde por exceso verbal. Antes había sido amonestado por la misma situación. Y eso fue todo por el primer tiempo. En el complemento, Vélez se mostró más tranquilo y con paciencia, mucha paciencia moldeó el segundo gol, que llegó a los once minutos. Papa ensayó un cambio de frente para Diaz que aguardaba sobre la derecha y éste la puso en el área grande para Cubero que se enredó, y entre rebotes la pelota le quedó en los pies a Moralez que remató fortísimo al medio del arco. El equipo que dirige Ricardo Gareca fue muy superior a Newell's en el segundo tiempo, y jugó con mucha más tranquilidad luego de la segunda conquista. Hasta el final tuvo chances de seguir convirtiendo, pero no pudo concretarlas. Vélez sueña, y sabe que el campeonato depende solamente de su desempeño en las próximas dos fechas, nada menos que ante Lanús y Huracán.
Fuente: Olé.-
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