Un receso para reacondicionar

Gareca no encuentra al otro Cabrera y no logra igualar el juego en el ST. Y ya piensa en alterar el EL DT PLANEA UN 3-4-1-2 PARA SACARLE MÁS JUGO AL PLANTEL.

El común de la gente se escuda en un decir popular para cotejar dos situaciones correlativas. Y reza: "Las segundas partes nunca fueron buenas". Salvando el nunca, que suena demasiado, Vélez entraría en esta máxima, entendiéndose partes como tiempos.Es fácil y no exclusividad de idóneos: Vélez destruye en las segundas mitades lo edificado en las primera mitad. Se nota, sobremanera en los últimos tres partidos. En la última fecha, frente a Central, Vélez desplegó un fútbol ideal: gol, circulación de pelota, seguridad defensiva. Potencial de candidato. Después, lo que habían propuesto desapareció. Razón: el relajo propio y el entusiasmo rival pareciera ser el elixir de la debacle. De por sí, Gareca no es defensivo, pero no daña su orgullo reemplazando marca por juego. U Ocampo por Coronel, como hizo el Tigre en el ST del 1-1 ante Central. Vélez llora la lesión de Nico Cabrera y ninguno de ellos puede frenar el desconsuelo. El puesto está vacante... Por eso, el Tigre ya prueba una alteración de esquema con el 3-5-1-2 reemplazando al fetiche 4-3-1-2. Así, el DT solucionaría dos problemas: cómo ubicar a Waldo Ponce y cómo esconder la ausencia de un 8 profundo, profesión de Cabrera. Ayudarán los 15 días de receso. Hace cuatro fechas que ningún ingresado saca más de 5 puntos, según Olé. La pregunta asoma sola: ¿Hay recambio? Notando el acople de Otamendi y el rendimiento de los pibes de Reserva (invicta en el año) se deduce que sí. La incógnita emerge por el material que espera en el banco. Salvando el testazo de Nanni ante Argentinos, en el ST no salta el maquillador que cambia la cara del equipo.

Fuente: Diario Ole.-