Otra vez sopa. O mejor dicho, otra vez Kiwi. Porque en la revancha contra Sarmiento de Junín, Vélez volvió a despacharse ante el verde con un resultado abultado. El sábado había sido por 3-0. Y ayer lo liquidó con un contundente 4-2 (se jugaron dos tiempos de 30 minutos).Aunque era un amistoso, los de Ricardo Gareca lo jugaron como si fuera una final. De hecho, iban tan sólo cinco minutos de la primera parte cuando Franco Razzotti abrió el marcador y puso arriba a los de Liniers. Sin embargo, los de Junín reaccionaron rápido y, cuatro minutos más tarde, llegaron al empate con un gran remate de Guillermo Beraza. De todas maneras, El Fortín era superior y lo demostraba en cada ataque. Tanto que no sorprendió que Papa marcara el segundo y López ampliara la ventaja para irse al vestuario 3-1.Para el complemento, Gareca decidió cambiarle la cara al equipo: seis modificaciones a la cancha. Pero a pesar de los nombres, el desarrollo fue similar al de la primera parte. Vélez dominaba y, cuando tenía oportunidades, lastimaba. Como a los 20, cuando Cabrera envió el centro con el que Martínez puso el 4-1 parcial. "La idea era tener la pelota y controlarla. Y lo hicimos. Estamos satisfechos por cómo jugamos. Hay que seguir así y para llegar bien al torneo", comentó Rodrigo López en Vélez Radio.
Fuente: Diario Olé.-
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