Una nueva estrella...Liniers.-

Una nueva estrella...Liniers.-

lunes, 25 de octubre de 2010

Uno no quiso, el otro no pudo

Fue claro el desarrollo para el título de un partido al que le faltó mucho de todo lo que se habló durante la semana. En un partido de pocas llegadas, Vélez y Estudiantes no se sacaron diferencias en la noche de Liniers y el empate sin tantos favoreció levemente al equipo de Sabella que se defendió con uñas y dientes ante un conjunto de Gareca que fue más en la búsqueda de la victoria.

Buenos Aires, Viernes 22 de octubre de 2010.
(Prensa Vélez Sarsfield – Estadio José Amalfitani)

Sin dudas que fue un encuentro de 15 días, de mucha labia semanal. Con la marquesina brillante de un mote de “partido de la fecha” que se había ganado por la chapa de los rivales de turno y por lo que implícitamente estaba en juego entre este Vélez y Estudiantes de La Plata. La chance para uno de subirse a lo más alto y meterle un lazo al otro que pretendía escaparse; o mejor dicho, cuidar la ventaja. Porque de eso tuvo mucho el encuentro y tendrá mucho este informe.

Diferencias. Porque ambos equipos perdieron en el camino a este choque, a este duelo cuasi del lejano oeste, a sus emblemas personales del fútbol que portan. Por un lado Maximiliano Moralez no resistió a la carga física y se perdió el partido durante la semana. Por el otro, Juan Sebastián Verón que también recibió factura del cuerpo y se quedó al margen de la contienda a horas de que se consume. Desde ahí se comienza a explicar un partido al que le faltó eso de espectacular que se auguraba en la antesala y se limitó al choque a la lucha y a la fricción.

Porque por un lado se decidió que el plan de juego sea el mismo de siempre y hasta bastante más exagerado. Todos atrás y la Gata de nueve. Poco más y poco menos, porque Gastón Fernández fue realmente escaso en lo que se le puede pedir a una producción de un hombre de punta. Ni siquiera para estar dentro del área y que le cometan uno de esos tantos penales con los que se despega el Pincha de sus rivales de turno. Poco, porque tampoco generó situaciones. Tuvo dos en todo el partido y debemos buscar en el complemento. Fue a los 32 minutos cuando Enzo Pérez le escapó a la marca de Seba Domínguez y elevó el tiró por arriba cuando enfrentaba en el mano a mano a Barovero. Minutos más tarde, Federico Fernández peinó una pelota parada de Benítez haciendo esforzar sobre su palo derecho a un Barovero que en su primera intervención seria del encuentro, le salvaba el resultado a Vélez. Nada para un Estudiantes que se presume (o lo presumen) ser el que ostenta el mejor juego. El de tenencia y de analizar al máximo el partido, sí; pero lamentablemente juega sin arcos. Pobre, chato y aburrido.

Porque por el otro también se pensó que la forma de encarar el encuentro sea la misma aún sin Moralito. Vamos a buscar el arco rival, a descontarle puntos y alcanzarlos ahí arriba. Quizás le faltó más profundidad al equipo de Gareca, pero cómo encontrarla cuando el rival te planta dos líneas de cinco hombres en su propia porción de campo. Obvio, Vélez debe y tiene que resolver este enigma, pero a veces la mezquindad del compañero de baile hace que la fiesta sea un tema para el olvido. Vélez lo buscó siempre fiel a su estilo pero casi sin brillar. Apagado Martínez, regaló destellos de que algo podía hacer pero se diluyó sin la compañía de quien mejor lo entiende a la hora de buscar el toqueteo. Poco de Augusto Fernández que le cuesta entrar en sintonía de juego de un Vélez que va por decantación. Bien parado atrás Fernando Tobio como también Domínguez para contener al Pincha. Quizás uno esperaba más de Zapata y de Somoza pero no tuvieron claridad por la poca cantidad de espacios para trasladar el balón. En definitiva, Vélez fue más por su obligación y compromiso de ir siempre a por el arco rival. Bien al estilo Gareca.

El punto sabe a poco y sabe a esperar. Depende el lado por el que se lo mire. Tiene predilección dulce en el paladar si uno saborea esa sensación de que un equipo no quiso ganar mientras que el otro no pudo. Bueno, uno se preguntará cual de los dos casos es peor; mientras que otro hará la misma pregunta en positivo. Pero también el punto en Liniers y los tres de ventaja que ostenta el Pincha saben a que todavía falta mucho por andar y hay con qué dar vuelta esta historia.

Bienvenido sea el libreto de ir siempre en busca del arco de enfrente. Vélez no sabe especular. Quizás sea malo, a lo mejor sea bueno. Lo importante es que a Vélez le sobran argumentos para dar pelea. Esto no se termina, Pincha. No te caigas, no tropieces; Vélez está esperando amanecer con ganas de pegar el grito.

Carlos Alberto Martino

No hay comentarios: