Una nueva estrella...Liniers.-

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lunes, 11 de octubre de 2010

Sexteto mayor

Con un Juan Manuel Martínez en llamas marcando tres goles y generando un penal, con dos de Santiago Silva y uno de Jonatan Cristaldo, Vélez le pegó una paliza histórica a Colón por 6 a 0 en el Amalfitani y deleitó a todo un pueblo fortinero que se fue en ovación. El Fortín no pierde paso a la punta y da pelea. Y pensar que en la semana inventaron que estaban todos peleados. Seguí participando.

Buenos Aires, Domingo 10 de octubre de 2010.
(Prensa Vélez Sarsfield – Estadio José Amalfitani).

Hubo fiesta, goles y todo lo que uno puede soñar como ideal en esas noches de insomnio desvelado. No faltó nada para un Vélez que tuvo de todo y que hizo de todo para seguir ahí, expectante, al acecho para tomar por asalto una cima del campeonato que por ahora y nada más que por ahora tiene dueño platense.

Porque la gala celebrada en el Amalfitani tuvo un animador full time, que se encargó de hacer las delicias de un público hambriento de su magia; y como todo gran show, la figura no se hizo desear. Porque sin dudas que si bien todo Vélez mostró una gran aptitud para ponerle cifras abultadas y para nada exageradas al resultado, tuvo en Juan Manuel Martínez al responsable máximo de la tarde de galera y bastón que se regaló todo Liniers y el Mundo. Pase y vea.

Así fue, de menor a mayor. Porque la actuación del Burrito Martínez comenzó a engranar a partir de los veinte minutos del primer tiempo, cuando retrocedía unos metros en el campo de juego y desde allí plantaba base para las excursiones al área rival, siempre con pase vip para los marcadores de turno que se admiraban en cada gambeta del picante delantero velezano. Primero para meterse en el área a puro toqueteo con Moralez, después para pincharle la definición a un Diego Pozo que miraba desorbitado como el balón se impactaba en el travesaño. Pero el plato fuerte, de su unipersonal, llegó en el complemento, donde aceleró al máximo y nadie pero nadie pudo pararlo. Le metió la cabeza en el primer palo a un córner perfecto de Emi Papa para que el balón cruce todo el arco y le de un beso seco al palo y se meta en la guardería del arquero Sabalero. Se abanicó en el área en una de sus tantas excursiones para que le cometan la falta penal que luego Silva cambiaría por el tercero. Otro viaje al corazón del área para escapar a Quilez haciéndolo pasar el ridículo y picarle la pelota al arquero poniéndole el marco ideal a una obra de arte con firma de Juan Manuel Martínez. También para ser punta de lanza y habilitarse con el exquisito pase en profundidad de Víctor Zapata para que le parta el arco a un Pozo resignado y aturdido. Y después se pensaron que estaba sobrando el partido cuando fue displicente en busca del balón. Muchachos, la estrella es así, después de un gran show merece un descanso. Por eso, Gareca utilizó el cambio ovación para que el artista sobre su obra se lleve el reconocimiento de todo el público presente. Chapeaux, Burro.

Porque a su alrededor también brilló una constelación de grandes figuras que hicieron y sostuvieron una gran función del gran Martínez. Moralez dejó todo aguantando las patadas y esa maldita dolencia en uno de sus tobillos que lo tuvo entre algodones durante toda la semana y casi en duda. Silva incansable en un premio constante a ir e ir en busca del balón, dejando la piel y el sudor al servicio del equipo. Zapata líder absoluto y recuperando ese touch a la hora de poner pelotas de gol. Por eso miraste al cielo Chapa después de ponerlo al Burrito de cara al cuarto de Vélez. Domínguez que desde el fondo es el domador de fieras y está en un momento impresionante. Papa que va a todas y es referencia. Cristaldo que también entra y moja. Todos en pos de un resultado.

Analizar un 6 a 0, seguramente maree, te lleve de viaje por el universo presumiendo la buena nueva. Sin embargo, en Vélez, tiene que ser el comienzo de una historia rica y de pasos firmes. Como aquella ante el mismo rival con vuelta de resultado de por medio en la vieja provincia de Santa Fe. Este Vélez no puede marearse y no lo hace. Estos y cada uno de los seis goles, tienen que servir de base para lo que vendrá, para mandarle carta franca a Estudiantes y Arsenal de que tienen junto a ellos en la lucha a un equipo que no se entrega y que quiere ir por todo sin perdonar a nadie.

¿Dónde están las letras que intentaban sembrar un manto de duda tras este equipo? ¿Cuántas palabras deberán morderse desde su sarcástica inventiva para desestabilizar el orden divino y natural que impera en la atmósfera velezana? Deberán lavarse bien las manos aquellos que osaron faltarle el respeto a un equipo que está vivo y que va a dar pelea. Deberán enjuagarse demasiado la boca tantos otros que intentaban cenar las sobras de lo que habían cocinado. Lo lamento por ustedes, a seguir participando. Hablar de Vélez es cosa de palabras mayores; como esta tarde de un Sexteto Mayor.

Hoy el Fútbol Argentino respira Vélez Sarsfield. Y crea que es lo más saludable que existe en el aire.

Carlos Alberto Martino

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