Y ahora agrandala

Gareca hizo achicar una cancha con las medidas de la del Albo, pero se jugaría en San Lorenzo.
Planificó todo con detalle. Consiguió las medidas exactas de la cancha de All Boys. Quería tener todo bajo control para ir a Floresta. Pero los vaivenes que van por afuera de lo estrictamente futbolístico le robaron un día de trabajo a Ricardo Gareca. ¿Motivo? El DT ensayó con la cabeza puesta en las medidas del campo de juego del estadio de Floresta que es considerablemente más chico que el de Vélez (el del Amalfitani mide 105 x 70, mientras que el del Islas Malvinas es de 100 x 60). En la primera práctica de fútbol de la semana ante un combinado juvenil, hizo que redujeran las dimensiones de una de las canchas de la Villa Olímpica. Así, le comió unos tres metros a las líneas de fondo y un par a cada uno de las laterales. Pero no sólo eso: también hizo colocar carteles publicitarios alrededor para que los players se acostumbren a esa visual y, de paso, sientan más el encierro.
Pero hubo otras curiosidades: les pidió a los del fondo y a los volantes que explotaran los pelotazos cruzados a las espaldas de los defensores, algo a lo que su equipo, de juego corto y al pie, no está muy acostumbrado. Y luego empezó a expulsar a sus propios jugadores: sacó de la cancha a Moralez al grito de “Tenemos uno menos pero no nos metamos atrás, sigamos buscando”. Al ratito, quitó al Burrito Martínez y pidió que tiraran bochazos para Silva. Al final, se quedó sin el Tanque y armó una muralla como para aguantar. Zapata revoleó un pelotazo desde mitad de cancha y encontró distraído a Montoya. La pelota entró mansita y provocó la cargada de todos. Hasta del DT: ”¿Qué pasó Germán? 1 a 0 eh, 1-0”. ¿Qué hará Gareca ahora? ¿Mandará agrandar la cancha por si van al Nuevo Gasómetro?

Fuente: Diario Olé.-