Una nueva estrella...Liniers.-

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domingo, 8 de febrero de 2009

Una pena máxima

El Vélez de Gareca fue superior a Independiente en el debut por el Clausura, pero debió conformarse con el empate tras fallar un penal en el primer tiempo en los pies de López. Moralez dio una gran presentación como propuesta de fútbol y la figura junto a Assman.

Buenos Aires, Domingo 8 de febrero de 2009.
(Prensa Vélez Sarsfield – Estadio Tomás A. Ducó).

Con un gran puñado de ilusión fue Vélez a buscar los primeros tres puntos de una temporada que pretende ser especial. Atrás quedaron los duros esfuerzos en las arenas de Necochea, para adentrarse en el mar inmenso que propone el Clausura, que invita a refrescarse. Con caras nuevas y de siempre, intentando borrar el pasado cercano esquivo que se adueñó de una camiseta que busca recuperar los aires de gloria.

Con el debut de Ricardo Gareca como entrenador, con el estreno de los dos flamantes refuerzos como Maximiliano Moralez y Sebastián Domínguez, con el corazón encendido y la ilusión latente fue Vélez hasta el Palacio Tomás A. Ducó de Parque Patricios para visitar al Independiente de Miguel Ángel Santoro.

Sin misterios (aunque sin confirmarlo más que en la cancha), Gareca plantó a los once de su debut con la premisa de cumplir con un tema pendiente en la agenda de Vélez en los últimos tiempos: Jugar al Fútbol. Fue entonces, en la sociedad entre Darío Ocampo y Maximiliano Moralez donde se justificó este pensamiento del entrenador. Con Rodrigo López como único hombre de punta, más las constantes andadas de Emiliano Papa, Nico Cabrera y Víctor Zapata; se completaba así el ataque de Vélez.

Aunque de todos modos, quien se destacó con unos cuarenta y cinco minutos iniciales frenéticos fue el debutante Moralez. El chiquitín con la “10” en la espalda, se adueñó de la redonda y fue quien generó las mejores de un Vélez que se mostraba más cauto pero punzante del arranque. Primero para filtrarse ante la pasiva defensa Roja y exigir con un fortísimo remate al Facha Assman; después, para inquietar en cada rincón del verde césped y ganarse las más bruscas faltas del rival. Maxi movía el partido a su antojo y Vélez lo aprovechaba.

Mientras Independiente se debatía en encontrarle un referente a su ataque que intentó ser el Rolfi Montenegro, pero que en la soledad desesperó y generó muy poco. Sólo tuvo una Fredes que cabeceó por sobre el travesaño defendido por Montoya. Poco y nada del local.

De tanto ir y provocar, Moralez le sacó una falta preciosa a Eduardo Tuzzio dentro del área. Pitazo de Pezzota. Penal para Vélez. Lo merecía el Fortín que a esa altura (pasada la media hora de juego) era más y lo justificaba con esta chance. Una chance que se malogró cuando Rodrigo López cargó con el peso de la pena máxima y la estrelló contra el palo derecho de un Assman que observaba el desenlace recostado sobre el otro sector. Vélez desperdiciaba ese tipo de oportunidades que no son recomendables en esta clase de encuentros, mucho más cuando es uno el que hace el gasto.

Tras el impacto el conjunto de Avellaneda quiso levantarse con el griterío de su gente, pero fue poco lo que pudo ofrecer ante su falta de ideas y Vélez un poco golpeado, se encaminó hacia el cierre de la primera mitad.

Si bien el segundo tiempo se mantuvo igual en el arranque en nombres, el ritmo no fue el mismo. Independiente creció apenas y Vélez sacó también en la misma medida el pie del acelerador. Entonces fueron pocas las veces que se asociaron Ocampo y Moralez, por lo que López (con el peso extra del penal fallido) se desesperaba por abandonar el área y bajar en busca del balón. Así y todo Ocampo lo tuvo tras una buena jugada de la sociedad pero se fue cerquita del palo derecho.

Esta fue una de las últimas de la dupla porque primero por decisión de Gareca y luego por pedido del mismo Moralez; fueron reemplazados los dos por Alejandro Cabral y Roberto Nanni. Gareca apostaba a ser más contundente en ataque, pero sin embargo, se volvieron a ver cosas del Vélez versión 2008, con falta de ideas y sin fútbol ya que el mayor generador no estaba en cancha.

Si bien Vélez lo pudo ganar con un remate tremendo de Cabral que convirtió a Assman en figura del partido más aún al taparle el rebote a López, como también con el tiro libre de Ponce que dio en el ángulo; lo sufrió al final cuando Independiente se animó un poco más. Fue cero final para los dos.

El sabor del debut dejó un gustito a un poco más. Con la ilusión de ver crecer con el correr de los partidos esas buenas intenciones y el buen pie representado en Moralez. Un gran aprobado para Domínguez que mostró mucha solidez en un fondo comandado a la perfección por el chileno Waldo Ponce. Bien por Zapata desde la entrega. Quizás cueste saber si se jugó bien o mal cuando la medida fue un pobre Independiente, pero este punto suma, por más que se hayan perdido dos en la “pena máxima”.

Carlos Alberto Martino.

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