En el Hall central del club nos reunimos con tres representantes de la murga velezana. Mabel Jansen, Presidenta de la Subcomisión de Murga, José Luis “Pepe” Vinci (Tesorero) y Leandro “Obito” de Biasi (Vocal), se presentan amablemente y se disponen a contarnos acerca de la actividad, su actualidad, sus vivencias y la importancia que la murga ha cobrado para la institución y para sus vidas.
“La idea de formar una murga surgió en el año ´98 – cuenta Mabel- pero entre idas y vueltas se terminó de formalizar en Marzo del 2002. Poco tiempo después se creó la Subcomisión de Murga, que pertenece al Departamento de Cultura y que siempre nos ha brindado todo su apoyo”.
Si bien en un principio la murga se había armado con chicos menores de 14 años, con el correr del tiempo se fue extendiendo a gente de todas las edades. Leandro explica que esto se debió a que “muchos chicos comenzaron a traer a sus hermanos, primos y amigos. Después los padres que traían a sus hijos también se engancharon, por lo que podemos decir que esta actividad se extendió a toda la familia”. Actualmente, la murga cuenta con un plantel vigente de entre120 y 130 personas aproximadamente. Además, Mabel nos indica que “este año el taller tuvo mucha convocatoria y se incorporó mucha gente.” y, aunque hay mucho recambio, los tres entrevistados coinciden en que lo importante de este taller es que no hay límites de edad. En la actualidad hay chicos muy pequeños y gente de más de sesenta años. “Es una actividad familiar y sin discriminación alguna”, resume Pepe.
El taller de murga está muy bien organizado. En primer lugar, se divide en Baile y Percusión. “Los martes se dedican sólo a percusión y los sábados se practica baile y percusión juntos. Los ensayos se realizan en el Salón Bajo Este”, aclara Leandro. “Ahora ya arrancamos con los ensayos generales los sábados, donde se practica todo lo que se va a hacer en los eventos y en los partidos. También hay otras tareas dentro de la murga. Por ejemplo, se coordina el grupo de las “Mascotas” (que integran los más pequeños), el de los Juniors (12 a 16 años), la Percusión y la “Fantasía” (que aporta todo lo que tiene que ver con maquillaje, vestimenta, paraguas, disfraces, banderas, y todo lo que haga falta para darle “color” a los shows).
Cabe destacar que tanto trabajo requiere sus horas de tiempo, dedicación y esfuerzo.
“Para que la murga salga a la cancha se necesitan dos horas de preparación previa. Requiere de mucho trabajo y tratamos de estar siempre en cada partido, aunque dependemos del tiempo y de los horarios del juego”, explica Mabel.
A la hora de hablar del orgullo que genera ser miembro y llevar adelante este espacio, los tres reconocen que la murga es mucho más que una simple actividad. Cada uno tiene una historia particular que los hace transmitir en cada gesto y en cada palabra el amor que sienten por esta tarea. “La murga principalmente junta a la familia, es un arte y además un cable a tierra para muchos”, reflexiona Pepe. Leandro también argumenta que “hay muchas familias que no tienen tiempo para hacer una actividad juntos y la murga es un ámbito que propone justamente eso. Además, es un lugar de socialización donde se forman amistades que trascienden la mera actividad. Se organizan reuniones, salidas, viajes, que propician el encuentro de muchas personas en un ambiente sano y divertido que fortalece los vínculos entre todos”.
“Para mi la murga representa todo. Es muy lindo, amo a Vélez, amo a la murga y a toda la gente que participa en ella”, dice Mabel. Los tres coinciden en que ya es parte de su vida. “Para mi es muy especial porque me hizo bien a mi y a mi familia, es un sentimiento muy lindo que va a quedar siempre en mi recuerdo”, agrega Pepe.
Es mayor el orgullo cuando se tiene en claro que la Murga fue un proyecto innovador que ahora tiene reconocimiento propio. Mabel nos destaca que la de Vélez es “la primera murga institucional de un club”. Y si bien ahora algunos equipos están queriendo armar sus murgas, “nosotros somos el primer club que lo hizo, ya hace casi diez años”, agrega emocionada.
Es tal el reconocimiento que ha encontrado la murga velezana, que es continuamente invitada a diferentes eventos. “Desde hace ocho años que participamos de la fiesta del sol y la familia en San Bernardo, donde siempre hacemos el cierre final que es algo muy lindo y que atrae a mucha gente”, explica Pepe, que también agrega que el año anterior fueron a Mar del Plata, invitados por el Centro de Murga de esa Ciudad.
No hay requisito alguno para integrar la murga de Vélez, salvo, claro está, ser hincha y socio del club. “Sin discriminación alguna, la idea es que todos los que quieren puedan participar, les pedimos a todos que se animen, que vengan sin miedo porque la consigna es juntar a la familia y divertirse. El que no sabe bailar a veces prefiere sostener una bandera, otro ayuda a cargar los equipos, otro hace sólo la percusión y así se van integrando todos, de modo que nadie quede afuera. Por eso invitamos a todos a participar y sumarse el año que viene, este espacio va a estar siempre abierto para todos los hinchas de Vélez”, finaliza Pepe.
La Murga “Fortineros de Corazón” tiene su espacio en Facebook y en la web. Visitalos en http://www.fortinerosdecorazon.com.ar/ y sumate!
Agustina Rodríguez Bardelli.
“La idea de formar una murga surgió en el año ´98 – cuenta Mabel- pero entre idas y vueltas se terminó de formalizar en Marzo del 2002. Poco tiempo después se creó la Subcomisión de Murga, que pertenece al Departamento de Cultura y que siempre nos ha brindado todo su apoyo”.
Si bien en un principio la murga se había armado con chicos menores de 14 años, con el correr del tiempo se fue extendiendo a gente de todas las edades. Leandro explica que esto se debió a que “muchos chicos comenzaron a traer a sus hermanos, primos y amigos. Después los padres que traían a sus hijos también se engancharon, por lo que podemos decir que esta actividad se extendió a toda la familia”. Actualmente, la murga cuenta con un plantel vigente de entre120 y 130 personas aproximadamente. Además, Mabel nos indica que “este año el taller tuvo mucha convocatoria y se incorporó mucha gente.” y, aunque hay mucho recambio, los tres entrevistados coinciden en que lo importante de este taller es que no hay límites de edad. En la actualidad hay chicos muy pequeños y gente de más de sesenta años. “Es una actividad familiar y sin discriminación alguna”, resume Pepe.
El taller de murga está muy bien organizado. En primer lugar, se divide en Baile y Percusión. “Los martes se dedican sólo a percusión y los sábados se practica baile y percusión juntos. Los ensayos se realizan en el Salón Bajo Este”, aclara Leandro. “Ahora ya arrancamos con los ensayos generales los sábados, donde se practica todo lo que se va a hacer en los eventos y en los partidos. También hay otras tareas dentro de la murga. Por ejemplo, se coordina el grupo de las “Mascotas” (que integran los más pequeños), el de los Juniors (12 a 16 años), la Percusión y la “Fantasía” (que aporta todo lo que tiene que ver con maquillaje, vestimenta, paraguas, disfraces, banderas, y todo lo que haga falta para darle “color” a los shows).
Cabe destacar que tanto trabajo requiere sus horas de tiempo, dedicación y esfuerzo.
“Para que la murga salga a la cancha se necesitan dos horas de preparación previa. Requiere de mucho trabajo y tratamos de estar siempre en cada partido, aunque dependemos del tiempo y de los horarios del juego”, explica Mabel.
A la hora de hablar del orgullo que genera ser miembro y llevar adelante este espacio, los tres reconocen que la murga es mucho más que una simple actividad. Cada uno tiene una historia particular que los hace transmitir en cada gesto y en cada palabra el amor que sienten por esta tarea. “La murga principalmente junta a la familia, es un arte y además un cable a tierra para muchos”, reflexiona Pepe. Leandro también argumenta que “hay muchas familias que no tienen tiempo para hacer una actividad juntos y la murga es un ámbito que propone justamente eso. Además, es un lugar de socialización donde se forman amistades que trascienden la mera actividad. Se organizan reuniones, salidas, viajes, que propician el encuentro de muchas personas en un ambiente sano y divertido que fortalece los vínculos entre todos”.
“Para mi la murga representa todo. Es muy lindo, amo a Vélez, amo a la murga y a toda la gente que participa en ella”, dice Mabel. Los tres coinciden en que ya es parte de su vida. “Para mi es muy especial porque me hizo bien a mi y a mi familia, es un sentimiento muy lindo que va a quedar siempre en mi recuerdo”, agrega Pepe.
Es mayor el orgullo cuando se tiene en claro que la Murga fue un proyecto innovador que ahora tiene reconocimiento propio. Mabel nos destaca que la de Vélez es “la primera murga institucional de un club”. Y si bien ahora algunos equipos están queriendo armar sus murgas, “nosotros somos el primer club que lo hizo, ya hace casi diez años”, agrega emocionada.
Es tal el reconocimiento que ha encontrado la murga velezana, que es continuamente invitada a diferentes eventos. “Desde hace ocho años que participamos de la fiesta del sol y la familia en San Bernardo, donde siempre hacemos el cierre final que es algo muy lindo y que atrae a mucha gente”, explica Pepe, que también agrega que el año anterior fueron a Mar del Plata, invitados por el Centro de Murga de esa Ciudad.
No hay requisito alguno para integrar la murga de Vélez, salvo, claro está, ser hincha y socio del club. “Sin discriminación alguna, la idea es que todos los que quieren puedan participar, les pedimos a todos que se animen, que vengan sin miedo porque la consigna es juntar a la familia y divertirse. El que no sabe bailar a veces prefiere sostener una bandera, otro ayuda a cargar los equipos, otro hace sólo la percusión y así se van integrando todos, de modo que nadie quede afuera. Por eso invitamos a todos a participar y sumarse el año que viene, este espacio va a estar siempre abierto para todos los hinchas de Vélez”, finaliza Pepe.
La Murga “Fortineros de Corazón” tiene su espacio en Facebook y en la web. Visitalos en http://www.fortinerosdecorazon.com.ar/ y sumate!
Agustina Rodríguez Bardelli.
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