Alma, corazón y Silva

Un Vélez demoledor aplastó al siempre difícil Godoy Cruz en su casa y festejando el ingreso a la Libertadores, con un 4 a 0 categórico que reboza de ilusión. Dos de un implacable Santiago Silva, una joyita de Maxi Moralez y un golazo de Jonatan Cristaldo para sentenciar una chapa de candidato que le sienta más que bien. Delirio de las miles de almas velezanas que viajaron. Ah, encima también entró a la Copa.

Mendoza, Domingo 5 de diciembre de 2010.
(Prensa Vélez Sarsfield – Estadio Malvinas Argentinas).

No fue y ni va a ser un partido más. No señor. Lo que ha demostrado este equipo comandado desde lo táctico por el Señor Ricardo Gareca, quedará para siempre perpetuo en el corazón de un hincha velezano que se alimenta de momentos como estos, de situaciones tan únicas y parecidas a estas; la de pelear el campeonato.

Porque más allá de los números fríos (no tanto) que arroja una victoria por 4 a 0 como visitante en Mendoza ante un Godoy Cruz que celebró de antemano la clasificación a su primera vez en la Copa Libertadores de América (bien merecido); ese resultado dice mucho de cara a estas dos grandes finales que deberá afrontar este grupo de hombres que defiende la V azulada como nadie.

Porque Vélez es sinónimo de contundencia. Porque desborda aún no redondeando un partido saludable como el que se regalaba durante los primeros minutos. Bastó encontrarlo al depredador del gol en el área para seguir creyendo. Porque no es casualidad la suma de conquistas que este loco calvo goleador va celebrando en el Apertura. Tantas que hasta tiene que repetir festejos inventados ya que la creatividad parece no alcanzar cuando se trata de un caudal tan grande en la ofensiva. Santiago Silva hoy sigue siendo el de Banfield pero con un grupo detrás que lo sostiene y acompaña, un Vélez que no se entrega y que no negocia el sueño de coronarse. Porque Moralez juega y juega indefectiblemente, Vélez. Porque Somoza es más patrón de medio juego que nunca. Porque Domínguez y Ortiz son un muro que no se puede derribar. Porque Barovero es seguridad en todas. Vio, qué casualidad que se hable de la columna vertebral de este equipazo.

Porque uno debe caer en la pregunta que un gran amigo realizó horas posteriores al ran encuentro en las tierras del vino. Un partido de esas características corresponde a la ingenuidad defensiva del conjunto de Asad o al caudal inagotable del poderío ofensivo del equipo de Gareca. Métale un poco de todo al asunto. Porque Vélez aprovechó los espacios que dejó el conjunto tombino, y cuando Vélez hace eso te golea, te humilla, te vapulea y ni siquiera te pide disculpas. Se come tu hígado y lo ofrece al de arriba como una señal de cacería completa.

Porque ahí va Vélez una vez más. A reponerse de la presión de jugar con una ventaja que se puede volver indescontable. Como ese loco suicida que juega a la ruleta rusa y que espera no caer en la cavidad que contiene la bala. Porque una vez más de las tantas que lo quisieron bajar al Fortín en su partido con el resultado ajeno puesto, el equipo salió bien parado; mucho más que eso, revitalizado. Encima, asegurando también su ticket impreso de Libertadores 2011.

Porque ahora se prepara para dos finales con citas compartidas. Basta de sufrir con el resultado ajeno de antemano. Hoy Vélez y Estudiantes tendrán que resolver sus inquietudes mano a mano, en el mismo tiempo, a la misma hora. Porque hoy los cimientos de un equipo líder y candidato parecen desmoronarse poco a poco, lentamente. Porque hoy el ladrillo a ladrillo Made in Liniers, sigue construyendo un sueño sólido, del que uno se quiere despertar siendo campeón.