El Fortín le sacó al Globo el invicto en La Paternal, aunque no le alcanzó para entrar a la Sudamericana.Los hinchas de Vélez aplauden, cantan y sólo le dedican el triunfo a Pellerano, el símbolo que se despide. Tocalli felicita a sus pibitos categoría 89 (Bella, Despósito, Tobio y Cristaldo) porque fueron la base de la fortura en la última noche del año futbolero. Pero no hay locura porque el Fortín cortó una racha borracha: luego de 14 años no se clasificó para un certamen internacional. Desde 1994, cuando arrancó el celular de Dios por Liniers, que el pasaporte venía sellado seguido...
Los hinchas de Huracán aplauden, cantan y le agradecen a los jugadores la buena temporada (mejor Apertura que Clausura), el no haber sufrido nunca por el descenso. Salvo para Ubeda, la memoria colectiva no se quedó en el Cilindro de Avellaneda porque el equipo, que ayer jugó muy mal, volvió a demostrar que lo suyo es el roce, el meter y meter. En La Paternal se murió el invicto del Globo pero otra vez hubo aplausos por la energía que esta vez estuvo presente.
Vélez terminó el torneo con una sonrisa porque tuvo jugadores determinantes en las dos áreas. Porque Cristaldo facturó bárbaro una pared con Zapata cuando el partido se abría. Porque Ocampo dio una clase de cómo aprovechar un horror y definir de forma efectiva. Porque Pellerano se deglutió a Franzoia, a De Federico y sólo tuvo un error en la última bola, cuando el descuento de Domínguez no sirvió para nada. Pero Tocalli tendrá mucho que trabajar para que al Fortín vuelvan las luces del centro: este grupo no tiene jugadores de elite, le faltan hombres y por eso anoche tuvo el marcador abierto demasiado tiempo, casi que esperaba el gol de su rival...
Huracán cerró el campeonato como lo empezó: perdiendo y con un sprint final flojísimo (dos puntos de 15). Así, el Sifón Ubeda vivió de las regalías que le dejaron Mohamed, Ardiles y el equipo que él mismo capitaneó hasta diciembre. Luego de la tontísima expulsión de Guerra, el local se quedó sin ninguna variante y sólo se dedicó a pelear el partido, a tenerlo vivo gracias al coraje de Barrientos y al empuje del resto. Pero si no se patea al arco es difícil empatar...
Mientras, a Vélez le faltó la última copita.
Fuente: Ole
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