Sin dudas que ha sido uno de los últimos grandes referentes que supo defender la V azul que todos amamos. En su temperamento surgido en las costas marplatenses, moldeado en tierras velezanas, y experimentado en suelo azteca; lleva impreso esa estampa de buen tipo que lo caracteriza.
Humilde por demás, simpático y frontal. Fabián Alberto Cubero, el
Poroto, ese que tantas veces dejó la piel en cada pelota dividida, ese que transpiró al borde de la deshidratación al camiseta de Vélez, se pegó una vuelta por estos pagos y no dudó de estar en casa.
“Siempre cuando tengo un poco de tiempo, cuando termina el campeonato allá aprovecho para venir a saludar a la familia, los amigos, a estar un poco más en esta cuidad que tan linda es. Aprovechar también para venir al club”, arrancó Cubero.
Así, con su buen humor característico, aceptó la invitación del
Sitio Oficial para compartir una tarde hablando de todo, de recuerdos y sensaciones nuevas, tan nuevas como esta aventura de ser padres junto al amor que conoció justamente en Vélez, en el vestuario donde forjó tantos sueños.
Una charla con el actual jugador de los Tigres de Monterrey, equipo en el que se desempeña y del que arrancó hablando en esta imperdible entrevista.
“Nosotros lamentablemente no hicimos una campaña del todo buena, arrancamos peleando el descenso y no pudimos zafar con facilidad, nos costó bastante. Faltando dos fechas descendió Veracruz que venía abajo nuestro y cumplimos nuestro objetivo de salvarnos del descenso, pero no tuvimos un campeonato del todo bueno como para quedarnos conformes con el rendimiento”, dijo.
-¿En lo personal como fue este año?.-Gracias a Dios todo bien. Allá la gente me quiere mucho. Es un equipo en donde se prioriza el esfuerzo y las ganas que puede demostrar uno dentro de la cancha, así que con eso yo estoy salvado (risas). Ellos lo que quieren que el jugador deje todo en cada pelota, la vida en cada partido; entonces por ese lado estoy bastante conforme porque me ha tocado jugar varios partidos. Me tomaron mucho aprecio, me paran por la calle pidiéndome que me quede, me dicen que soy un “Tigre” porque allá a los jugadores les dicen así. Me ha tocado jugar en varias posiciones, como lateral por derecha, volante central, lateral por izquierda los últimos partidos del campeonato; después cuando se fue Cáceres a Boca jugué un par de partidos de central también, así que me ha tocado jugar en varios puestos pero lo importante es que he jugado y gracias a Dios en lo personal me fue bastante bien.
-¿Costó al principio ganarse ese afecto, más allá de que después fuiste capitán del equipo?.-Sí, al principio me costó un poco el tema del fútbol porque es un poco más rápido. El tema del arbitraje a veces me condicionaba muy rápido…
-Algunas tarjetas rojas por ahí…-(sonríe)… algunas expulsiones al principio hasta que pude más o menos adaptarme al fútbol mexicano. Allá por ahí te caés, vas, trabás tres veces, empujás, chocás y vas a buscar todas las pelotas, ya te empiezan a tildar de mala leche, viste. Hasta que se entendió un poco mi forma de juego me costó al principio. Después pude jugar bien con tranquilidad.
Generalmente cuando uno cambia de lugar físico, se experimentan cambios importantes que terminan afectando a la persona y generando ese período de adaptación fundamental para subsistir en ese nuevo hábitat. Sin extremos tan pronunciados, el paso de Cubero al fútbol mexicano le significó algunos cambios que fue asimilando con el correr de los días, evitando las comidas picantes y disfrutando de una cultura tan rica como la azteca.
“La comida es un poco complicada porque allá comen todo muy picante; entonces, restaurante al que vas tenés que decirle que no te pongan picante en la comida. La ciudad es linda, es industrial donde hay buenos lugares para ir a pasear, shoppings. Es una ciudad de tres millones de habitantes, muy completa. Allá aprovechamos para pasear, salir e ir al cine. Tenemos cuatro perros allá así que vamos a la plaza a pasearlos. Así que hacemos una vida muy normal, muy tranquila”, comenta.
-Hablando de buenos lugares para pasear, cuando vuelvas a México vas a ir a entrenar de pretemporada nada más ni nada menos que a Cancún…-Sí, porque allá Cancún está muy cerca, tenemos dos horas de avión. Arrancamos diez días en Monterrey, después diez días en Cancún para completar la pretemporada…
-No se extrañan las de Necochea, ¿no?…-(risas) Se extrañan aunque no te creas… las playas por ahí no porque allá son espectaculares; pero el ambiente, el compañerismo y la forma de ser de los jugadores argentinos es totalmente distinta a los mexicanos. Son buena gente igual que todos pero no hay esa chispa como la del argentino en las jodas, en pasar bien las pretemporadas, allá es mucho más serio. Como tenemos todo muy cerca hacemos diez días en Cancún y luego volvemos a Monterrey para arrancar con los partidos amistosos.
-Hablaste de la chispa, las jodas; ¿existieron andanzas de Cubero por esos lados?.-Sí, las hay. Al principio entré medio calladito para ver como era la situación porque sino se complicaba. Después con el tiempo me fui apoderando de las jodas, los chistes y hemos hecho algunas.
-¿Quién fue el mayor blanco de tu sentido del humor?.-No, fue variado. Hago los mismos chistes que hacía a acá, lo mismo. Es hasta entrar un poco más en confianza y allá cuesta un poquito más porque son más quedados. Igual en el equipo que estamos ahora esta la Gata Fernández, Guillermo Marino, Lucas Lobos, está Lucas Ayala que se fue de chico y que se nacionalizó pero que también es argentino y se arma un grupito extranjero interesante. También lo tuvimos al Tolo Gallego que se fue faltando diez fechas. La verdad que no nos podemos quejar porque está muy bien.
Como remarcó al comenzar la nota, cada instante de parate futbolístico allá significa una movilización de sentimientos acá. Ese regreso necesario a sus tierras, al lugar donde construyó su vida, donde encontró más de un sentido para seguir pateando para delante esa número cinco que ligó su vida al reconocimiento público. Ese lugar donde también encontró el amor, ahí demostrando que las casualidades no existen, porque debían estar en ese preciso lugar. Todo reunido en un punto único, su Vélez.
“Uno vuelve y le dan ganas a uno de querer volver, porque imaginate que toda mi carrera en Argentina pasó por Vélez. En lo personal también, porque me acuerdo cuando Beto Maceira (Presidente de Prensa del Club) me llamó para hacer la producción de fotos para la revista Hombre y la conocí a Nicole (Neumann) acá en la cancha, así que todo acá. Vélez es todo para mí. Tuve la oportunidad de debutar en primera, de salir campeón dos veces, de verme acá me llamaron para las selecciones juveniles. La verdad que a uno le dan ganas de volver porque esta es mi casa y se extraña”, se sinceró Fabián.
-Recién mencionaste la palabra “ganas”, ¿cuánto hay de posibilidades reales de que Cubero vuelva a vestir la camiseta de Vélez?.-Hoy por hoy pasa por mis ganas porque Vélez ha traído muchos refuerzos, han vendido jugadores desde mi época que han quedado muy pocos. Yo tengo contrato hasta diciembre con opción a un año más, así que todavía pasa por las ganas. A uno le dan ganas cuando ve por televisión los partidos, o cuando vengo acá que veo a mis compañeros en la Villa Olímpica o acá en el club, la verdad que eso te motiva y obviamente que esta es mi ciudad y no hay nada mejor que eso.
Casi sin buscarlo, mientras responde, el Poroto repasa en su mente instantáneas vestidas de azul y blanco de gloria encendida y de otras un poco más apagadas pero que lo ayudaron a saborear y disfrutar las muy buenas.
“Los momentos que viví acá sería muy lindo volver a vivirlos porque son muy lindos. Como todo, hubo momentos malos también. Siempre después de diez años en un club siempre tenés períodos malos y buenos; por suerte los buenos han sido demasiado buenos y estoy muy conforme con toda la carrera que he vivido en este club”, remarcó.
-Llega el mes de diciembre, la comisión directiva de Vélez se comunica con vos para informarte que tiene un contrato para ofrecerte y que vuelvas a vestir la camiseta de Vélez...-En diciembre termina mi contrato, pero tengo opción a uno más. (risas) Dada la situación planteada de la gente de Vélez me sentaría a hablar, ni lo dudo eso, estoy seguro.
Junto a su esposa, Nicole Neumann la reconocida modelo y conductora entre tantas otras facetas, serán padres por primera vez ya que ella transita los primeros meses de un embarazo buscado por ambos y que llega para ponerle una bendición y unión muy fuerte a la pareja. Ese “porotito” que viene en camino es sin dudas una buena forma de redondear el gran momento personal que atraviesa en esta familia que comienza a dibujar.
“Es una etapa muy importante. En el momento que la conocí a Nicole llegó justo la transferencia y nos fuimos a vivir a Monterrey a estar muy tranquilos, y nos sirvió para alejarnos un poco de todo el quilombo que había acá. Allá es todo más relajado, mucho más futbolístico que personal. Sirvió porque ahí pudimos afianzar mucho más la pareja y se nos dieron las cosas como el embarazo que lo veníamos planeando. Por suerte en lo personal no me puedo quejar porque las cosas han salido más que bien”, señala.
-De a poco se fueron dando cosas importantes como el casamiento, que era un acuerdo mutuo si se daba lo del embarazo…-Exacto, si era algo que igual habíamos arreglado en común que el día que ella quedara embarazada nos íbamos a casar. Así que aprovechamos a cerrar todo este año. Fue allá en secreto, sin invitados y sin nada. Estuvimos en una playa de Los Cabos que no conocíamos pero que quedaba cerca. Aprovechamos y nos casamos en la playa, y el gerente del hotel era amigo mío así que salió de testigo. Por iglesia no se podía porque obviamente ella no puede, pero por suerte lo pudimos hacer ese día en la playa.
-La pregunta no era una indiscreción, simplemente porque ya que mencionás que Vélez tiene que ver con su historia podrían hacer una ceremonia en el estadio…-Claro, con entrada libre para el que quiera ir (risas). Estaría bueno porque obviamente mi padrino es Vélez.
Tanto Fabián como Nicole serán padres de un bebé del cual saben el sexo pero que no van a revelar hasta el momento del nacimiento, en una decisión de ambos. Un hijo que por el trabajo de su padre, tendría nacionalidad mexicana.
“Tenemos fecha para noviembre, así que si no pasa nada raro en el transcurso de este mes voy a seguir siendo jugador de Tigres y nacerá en Monterrey”, comentó Fabián.
-Si el bebé llega a ser varón y con el tiempo jugador de fútbol, ¿lo ves como el padre o nace una nueva generación de Cubero?.-No sé, por ahí ser Fabián Cubero es más sacrificado, yo por ahí le diría que juegue de delantero, que trate de ser goleador porque el trabajo nuestro es correr, correr y correr… (carcajada).
-Y si es mujer, ¿modelo como la madre?.-Si es mujer modelo me parece que no, porque a ella no le gusta mucho al idea si es nena con el tema del modelaje ya que conoce muy bien la carrera. Entonces por ahí la vamos a traer a jugar al Hockey o al Voley en Vélez…
-Siempre en Vélez…-Siempre, de acá no sale… obvio, de acá no sale.
Sitio Ofical.-
No hay comentarios:
Publicar un comentario